El balance de la temporada de Odelot Toletum no tiene que ser más que positiva, más allá de egos futbolísticos, de cuando los buenos partidos no conectan con el marcador final, o de su reflejo inmediato con el buen fútbol. Al final los goles que vengan vía tierra, mar o aire condicionan y mucho ese buen juego. Nuestra ambición prioritaria sigue siendo vertical, buscar portería rival, y después la horizontal, defender posiciones sin balón, y la última el repliegue, la defensa de nuestra casa, el área, nuestra portería. Así lo han entendido y lo han ejecutado nuestro equipo técnico, al que les damos las gracias con esta última crónica de la temporada. A Jorge Labrador, Álvaro Granados, Óscar Cardiel, José María Relucio, Diego García, Mario Alonso, Víctor Fernández, Jorge Yuste, Juan Luis Iglesias, Lalo González. Dani Martínez, Mario Sánchez, Alberto Palomino, David Roncero, Gonzalo Martínez, Raúl Madrid, Raúl González, Pepe Serrano, Óscar Martín, Luis Alfonso Escobar, Jesús Pavón, Fernando Rosa, Ismael Sánchez, Gloria Sánchez, Alex López-Villalon, Álvaro Serrano, Sergio Parra, Álex Delgado, Javi Lázaro, Álvaro Rasero, Dani Ramírez, César de la Fuente, Javi Ryura y a David Arias.
Y a aquellos que hemos tenido que soportar esas tormentas esperadas, un auténtico inventario de rayos y truenos aunque sin lluvia, los que hemos tenido que hacer ver que la herida sólo necesitaba una tirita en vez de una cirugía, que donde algunos padres veían una hemorragia de sangre, sólo había un punto rojo que soplando se curaba. Mi mejor reconocimiento va para un tío íntegro, una persona ejemplar, mi mejor ayuda en este año sin duda, no es grande físicamente pero es enorme en bondad y honestidad, una persona que termina con el cuerpo agotado cada día para facilitar el bienestar de los demás, Toni Rasero, se hace llamar, y estoy encantado de haberlo conocido. También me siento obligado a recordar que una pieza importante, por no decir primordial de la Escuela es Paloma, que aunque a veces os parezca distante y cortante, os aseguro que su corazón es enorme, y su dedicación es indudable, muchas horas en la oscuridad para tener todo en orden. Y también, cómo no, acreedores de agradecimientos estamos a reconocer la entrega desinteresada de un tío grande, de cuerpo y humanidad, que merece nuestro más sentido agradecimiento, Luis Galiano, un crack, os lo aseguro. El espacio final debe quedar para la Junta Directiva, con Fran Fernández a la cabeza, cuya gestión es indiscutible, que hace que todo esto sea posible, que Odelot Toletum siga siendo la mejor escuela de fútbol en Castilla la Mancha, que lidere el fútbol base en la región, que sea la escuela que más invitaciones recibe para participar en torneos fuera de esta comunidad.
Lo peor. Como cada temporada nos invaden los vendehúmos, con sus propuestas de grandeza, los rescatadores del abismo, la oferta profesional, el futuro asegurado, la lotería, que se posa en la ciudad, nuestra Toledo, la mejor, la vida eterna deportiva, la que aprueba la Santidad, bajo el nombre de club. Son los Días Mentirosos. Es junio, el mes donde nos invade el calor, que afecta cabezas y corazones, locuras ya no sabemos si temporales o concluyentes, personajes sin contenido técnico que aprovechan para ofrecer jamón ibérico aunque después no alcance su capacidad para ofrecer ni siquiera mortadela con aceitunas. Y nosotros jamás hablaríamos del bien si no tuviéramos la experiencia de saber que existe el mal.
Más mentiras. El Artículo 56, engañar en una consulta verbal para favorecer a los amigos, e ignorar la Apelación, sin avisar que todo es cuestión de euros, es faltar a la verdad. Se te vio el plumero, monstruo.
Torrevieja sin favores, próxima parada.