Según comenzó el partido el desarrollo del juego se debería ajustar al milímetro y al propósito de cada entrenador para aplicar el método de los últimos entrenamientos, para repasar los apuntes de la temporada, y plasmarlo con todos los recursos en el examen final del XXIV Campeonato Benjamín La Sagra de Villaseca.. La idea del Benjamín A de Odelot era clara desde el inicio, esperar, robar balón y correr, pero sin volverse loco para no desatender su retaguardia. El plan del Toledo no era otro que dominar el juego como habían hecho en los enfrentamientos anteriores y ahogar a los naranjas cuando tuviesen el balón. Lo bueno, lo bonito del fútbol es que nunca jamás un partido es igual al anterior ni muy diferente al siguiente. Los naranjas salieron con ritmo muy alto en la presión, con velocidad máxima en sus acciones y con una convicción suprema en su concentración, tratando de desestabilizar al rival en cada acción ganando los balones divididos. Y le fue bastante bien porque ató en corto a los verdes, vía Asier y Dani y les superó en las bandas defensiva y ofensivamente, con Carlos y los dos Iker, Sánchez y Romero, inexpugnables. Así llegó el primer gol, en un balón largo que controló su delantero al borde del área siendo atropellado por el defensa que lo vigilaba. Falta directa al borde del área que transformó en el primer gol Lucas Lancha en una ejecución perfecta. Este gol espoleó un poco al Toledo que se fue arriba con todo, algo que le pudo costar caro porque las contras de Odelot eran muy difíciles de sujetar. Pero en toda final hay héroes, lo fueron todos, los de uno y otro equipo, pero fue Gonzalo Catalán, el amo del calabozo, el que echó la llave de su puerta en dos intervenciones sublimes para salvar el empate. No pudo evitar sin embargo la igualada merecida también del equipo verdiblanco en un remate a bocajarro después de un barullo en su área. Los naranjas no permitieron que hubiese otro partido tras recibir el gol porque a los tres minutos volvió a adelantarse en el marcador, en un balón que todos hubieran dejado salir de fondo, pero Andrew no, lo peleó, lo ganó, se deshizo de dos rivales y su disparo repelido por el portero lo recogió Martín González que reventó la red. Era el 1-2 que a la postre sería definitivo, y en fútbol por muchas opiniones dispares, por muchos análisis que no coincidan, hay algo indiscutible, el ganador es el que mete más goles.
Del segundo tiempo poco qué decir, fue trabado, acelerado con muchas imprecisiones provocadas por la ansiedad de unos y los nervios de otros, donde se impuso el trabajo espectacular de los nuestros, el defensivo y el ofensivo, haciendo temblar las piernas de todo el mundo, expectantes para que no hubiese más goles, y si llegara que fuese para los naranjas. Pero no hubo más goles, aunque sí mucha emoción con sustos para todos los gustos, con un esfuerzo épico de los dos equipos, que han demostrado sin duda durante este campeonato que han sido los mejores. Y así, con el pitido final se dispararon las lágrimas, las de alegría para los ganadores y las de tristeza para los que se quedaron a las puertas y sobre todo los lloros para los que presenciamos el espectáculo más grande que se puede ver con niños de nueve y diez años. Impresionante. El resultado final sigue otorgando a Odelot Toletum el título de Rey de La Sagra tras ganar su noveno título en esta liga, muy lejos del segundo, Seseña que tiene tres. Zakaría se llevó a sus vitrinas el título de máximo goleador merecidamente.
Enhorabuena a Lucas Lancha, Martín González, Gonzalo Catalán, Andrew García, Íker Sánchez, Íker Romero, Asier Martín, Dani Marín, Carlos Ruano, Zakaría Bououadina, Jordi Ortiz, José Ángel Calderón y Antonio Arribas, y a Óscar Cardiel y Jorge Yuste, entrenadores, y por supuesto a Toni Rasero que es el jefe de nuestro fútbol 8. Un fuerte abrazo a todos ellos de mi parte y de toda la familia que formamos esta Gran Escuela, lo merecéis porque vosotros realmente sois los Campeones!!!
RAMIRO OTERO. Director Deportivo.
Mañana hablaremos de otros héroes que han destacado este fin de semana.