El partido reunió mucho de lo que se esperaba ante el que llegaba como líder del grupo, Emoción, coraje y orgullo. Y polémica. Si el Polan salió derrotado es porque se encontraron con un equipo que impuso su pasión y también podemos decir que la capacidad en los momentos cruciales.
El Juvenil B se sobrepuso al gol que recibió a los pocos minutos del inicio, también a la polémica con un penalti no pitado muy claro que no alcanzó a ver el juez del encuentro. Los naranjas siguieron a lo suyo, buscando cada resquicio para entrar en la casa del rival, sin olvidar la gran labor defensiva en general comandada por el general Álvaro Melar, que evitó con jerarquía algún que otro disgusto. Llegó el descanso con ocasiones de gol repartidas, pero con el cero a uno para los visitantes. Los nuestros salieron tras el refrigerio con más alma y fe que nunca, insistentes, cabezones, hasta que llegó a los diez minutos del segundo tiempo el empate, obra de, cómo no, de Rubén Mesa, que se apuntaba el quinto gol en liga, merecedor de alguno más.
Pero la historia de este choque estaba aún por escribirse porque tras la igualada hubo un pequeño respiro para los veintidós jugadores, toma de aire breve, y a seguir. Y siguieron las hostilidades deportivas en uno y otra área, con más entusiasmo, quizá si cabe que en el primer tiempo, aunque las fuerzas habían sufrido el desgaste lógico de los minutos pasados. Y a falta de doce minutos para el final, el ardor dejó paso al talento, el que tuvo Luis Arias para filtrar un pase delicioso para Jorge Bobo que no perdonó y adelantó a Odelot. Este 2-1 sería el definitivo, aunque los polanecos buscaron su gol en la recta final del partido, pero los puntos se quedaron en El Arroyo, otra hazaña si consideramos que seguimos esperando la autorización de la Federación para que tres jugadores puedan inscribirse después de mes y medio de competición. ¡Ya está bien, señores!
Arrollador. Lo fue el Juvenil A en su partido ante uno de los gallitos, Cedillo del Condado, buen equipo que se sostuvo de pie durante muchos minutos. Pasados veinte minutos Jaime Cadalso se hizo con el balón en tres cuartos de campo en su banda, regateó, tumbó y desparramó rivales hasta meterse en el área y marcó el primero con un zapatazo que solo pudo seguir con la mirada el portero. Dos minutos después, la vista de lince vestido de amarillo vio una mano en nuestra área que no alcanzamos a ver nadie, ni los visitantes siquiera. Penalti y empate. Desde aquí hasta el descanso, varias jugadas de mérito de los nuestros con llegadas claras merecieron el gol, pero no llegó por centímetros y por el portero cedillano.
En el segundo tiempo el dominio de los naranjas fue brutal, llegadas y llegadas hasta que volvió el lince y nos pitó otro penalti en contra. Lo paró Simón y a partir de aquí el asedio fue espectacular y como dice el dicho, tanto fuel cántaro a la fuente que se rompió. Lo hizo Andrés Maganto en el minuto 59, y casi sin tiempo para levantarse, el equipo del Condado recibió el tercer gol, de Carlos Zapero que dio el pistoletazo tras coger su fusil y machacar la red rival otras dos veces más, en el 72 el cuarto y el quinto en el 86, para dejar resuelto el partido, hat-trick y 5-2 definitivo. Tres puntos y continuamos encabezando la clasificación.