Terminó la experiencia, que ha sido maravillosa. Los ocho equipos han disfrutado estos dias como nunca de todos esos ingredientes que se acumulan en un torneo de estos, donde el objetivo principal es disfrutar. El aprendizaje es fabuloso, el ritmo trepidante, partidos, autobús, hotel y playa después para ir pasando los dias frenéticamente. La mejor noticia sin duda es la vuelta de todos los jugadores sin lesiones, aunque el cansancio acumulado hace que el viaje de vuelta sea la mejor excusa para dormir y relajarse.
En lo meramente deportivo hay que destacar que seis equipos de los ocho pasaron la fase de grupos, donde se quedaron Cadete B y Alevin C, que no pudieron superar el escollo de jugar contra equipos con más edad y físico. Aún así, estamos tremendamente satisfechos de su paso por el torneo porque tuvieron momentos muy buenos. El esfuerzo y la actitud de estos fue ejemplar y con eso nos quedamos sin duda. El resto sí se metió en las eliminatorias de cuartos y semifinales. El Infantil B fue algo parecido, jugando contra equipos «mayores» se plantó en semifinales después de superar la fase de grupos y los cuartos de final. Asimismo el Infantil C, espectacular, llegó a cuartos de final donde ya no pudieron superar a Goliat, el Murcia, que al final se proclamaría campeón.
El Infantil A dio un ejemplo de esfuerzo y superación porque jugó todo el torneo con 11 jugadores, por alguna que otra baja de ultima hora por lesión, demostrando que todo es posible cuando la cabeza y el corazón se unen a la ambición. Llegó con la gasolina justa a semifinales disputando un partido serio y eficaz, en campo grande de hierba natural, con un empate final 1-1, cayendo en los penaltis ante la E.F. Cuenca, con un banquillo mucho más amplio, esa lotería que a veces no premia el atrevimiento y el arrojo como fue el caso. Una pena porque los méritos fueron suficientes al menos para disputar la final. El Benjamín B con un empate y una victoria holgada pasó a semis luchando contra gigantes, pues era el único equipo de primer año del grupo. Después vino el pase a la final después de golear 0-4 al anfitrión, Alfaz del Pi. El partido definitivo lo perdieron 2-0 porque el rival, superior en años y en físico le dio poca opción. Aún así, su participación en el torneo se puede calificar como extraordinaria. De diez.
Los Campeones (1). Ganaron el torneo después de demostrar que fueron los mejores porque ofrecieron un fútbol de muchos quilates regado con una fabulosa dinámica con el balón en los pies. Ganaron todos sus partidos, fase de grupos, semifinales y final, consiguiendo unas cifras asombrosas, pues en seis partidos ganaron los seis, con veintisiete goles a favor y tres en contra. El Alevín A le ofreció la despedida más dulce que puede haber a su entrenador, Mario, que se marcha con el mejor homenaje que puede haber, siendo campeón en su último partido. La final fue una demostración del buen hacer sobre el campo, un ejercicio de buen trato al balón y con una definición aún mejor. El resultado 1-3 no ofreció dudas, porque los chicos de la E.F. Cuenca lo intentaron por todos los medios deportivos a su alcance, pero se encontraron con un bloque férreo que les superó en casi la totalidad del partido. Enhorabuena chavales!!
Los Campeones (2). Fuerza, calidad técnica, control y ritmo. El Cadete A fue justo vencedor del torneo porque fue el mejor equipo sin más. Su paso por la BoniCup la recordaremos siempre por ser el equipo más solvente y práctico de todos sus rivales. Pasó la fase de grupos ganando todos los partidos con autoridad y dándonos una pista de lo que podría pasar al final, con un juego precioso y preciosista que enamoró a todos. En semifinales se quitó a su gran rival por nivel, el Vega Baja murciano, que era un claro candidato al triunfo final. El partido fue espectacular porque los dos equipos buscaron desde el inicio la portería rival pero con la diferencia que los nuestros guardaron y vigilaron muy bien su propia casa para no tener sorpresas. En una de las tantas jugadas de tiralíneas llegó el gol definitivo que les dio el pase a la final, uno a cero y a otra cosa. La otra cosa era la Gran Final donde también se mostraron superiores al E.F. Cuenca venciendoles por 0-1 también, porque en la primera fase del partido arrollaron al equipo conquense con varias ocasiones claras que no se materializaron pero que sí asustaron al rival, hasta que el 0-1 que sería definitivo, llegó. A partir de ahí, control del balón, precisión en los pases y una defensa férrea que impidió cualquier sobresalto. Un jugador, Oliver Gómez, fue elegido como mejor jugador del torneo, galardón que hizo justicia aunque también cualquiera de los otros compañeros también lo merecieron. Cierre de temporada y hasta la próxima, que será más y mejor. Enhorabuena cadetes !!!!!