TODOS FUIMOS GANADORES. ODELOT-TOLETUM
La estadística: Muy buena afluencia de público, a pesar del frío. Treinta y tantos jugadores con ganas de demostrar lo que aún llevan en sus botas. Los cocineros desde primera hora, en marcha, pues al final habría que reponer fuerzas. El partido: Lo bueno era ver lo que pasa cuando los protagonistas del juego del fútbol pasan a ser los que tanto exigen a veces a sus chicos en cada partido, y los espectadores de excepción son los propios chavales, que pueden analizar tranquilamente los movimientos tácticos y los gestos técnicos que realizan sus padres y entrenadores. No hay color, los hijos son infinitamente mejores. Aún así se vieron cosas interesantes en el partido. La primera: Entre los dos equipos había mucho talento, acompañado de mejor físico en los Entrenadores. La segunda: Los Padres a pesar del empuje del contrario, estaban muy bien preparados tácticamente, aunque en el segundo tiempo quisieron jugar de tú a tú y lo pagaron. La tercera y definitiva: El partido debió durar menos, pues se hizo muy largo para muchos de los protagonistas. 7 a 1 ganaron los Entrenadores, el resultado, en este caso sí es cierto, era lo de menos. Lo importante es que quien realmente ha ganado es la Escuela de Fútbol, la Familia Odelot-Toletum, pues hemos disfrutado de un ambiente distendido, con mucha armonía, de la de verdad, y nos despedimos con un chorro de abrazos y sonrisas sinceras. Como debe ser. Padres, tendreis la revancha.