Leyenda , honor y respeto. Liga Nacional Juvenil. Los dos equipos salieron a por el partido sin que importara mucho el camino. Era como una partida de parchís consistente en desnudar al rival en cualquier descuido y comerle las máximas fichas posibles. Emoción, ritmo y carácter de dos buenos conjuntos que llamaron la atención de todos los que lo vimos, en un gran choque donde colaboró también el árbitro que estuvo correcto en casi todas sus decisiones. La consigna del Toledo era clara: evitar las pérdidas de balón y sus consecuencias, las contras naranjas, como fuera. Los verdes se impusieron en el tramo final del primer período y en el inicio del segundo, donde consiguieron su gol, y nuestro Juvenil A a partir de recibirlo y en adelante, acortaron los plazos del sufrimiento, empatando veinte minutos después, 1-1 definitivo. Ahí tampoco se paró nadie, y los dos fueron a por el golpe definitivo que no llegó gracias a buenas intervenciones de ambos porteros, dejando la dignidad de cada equipo intacta, y también la certeza de que son dos conjuntos enormes, gigantescos, en su categoría, aunque con demasiados puntos de distancia entre ellos. Habrá partida final de parchís en la vuelta, y ojalá sea tan emocionante.
Marcó su gol en el último suspiro, y con ello fabricó una esperanza que se estaba diluyendo. El Cadete A creyó en su propia capacidad y no se durmió al menos, buscando la victoria a pesar de su juego espeso y atropellado superando no pocos problemas, tácticos y emocionales, sobre todo el pánico a no ganar. El Albacer no pudo resistir el empuje de los nuestros, y el 0-1 final hizo justicia. Con el mismo resultado, y ante el mismo rival se volvió el Infantil A, y también con el mismo atasco en el juego, pero con una diferencia muy clara, estos volvieron con el liderato bajo el brazo aprovechando el tropiezo del líder Albacete.
Dignidades intactas.
