Un motivo poderoso

Recuperar el estado anímico después de la decepción de la pasada semana, era el objetivo. El carácter, el orgullo, la determinación, fue el principal motivo poderoso para que el Juvenil A se llevase por delante al Azuqueca, buen equipo, que se acercó una vez a puerta solamente para meter su gol, algo que espoleó al equipo naranja que terminó atropellando en juego al equipo rojinegro, superándolo también en planteamiento y en su ejecución. Jesús Grande apareció en el partido en el minuto 54 para empatar en el 56, de cabeza y sin saltar, pero dando muestra de lo listo que es dentro del área. Nos alegramos por él, enormemente. Después de este gol los naranjas siguieron cortando ramas y maleza para encontrar el campo abierto, algo que logró con el gol de Rubén Moreno, otra alegría merecida, para cerrar el 2-1 definitivo, y a descansar. La euforia desatada, por los tres puntos conseguidos es un sentimiento exclusivo de nuestros jugadores, y del resto que estamos con ellos a muerte, porque su trabajo y sacrificio es para enmarcar. Objetivo muy, muy cerca.

Explicar que el Juvenil B es de los mejores equipos de la categoría sólo se puede hacer invitando a todos a ver sus partidos. Ante Los Yébenes tuvo que sufrir mucho, trabajar y picar piedra, pues los rivales fueron rocosos, bien plantados y ordenados. Costó mucho abrir el marcador, exactamente sesenta y nueve minutos, en una espléndida jugada iniciada desde atrás, llevada por la autopista por el Ferrari Tomás y rematada impecablemente por David, gran partido, que limpió su decepción del penalti fallado. Este gol desarmó a los de negro y amarillo, que vieron como los chicos de Hiroki rodearon su portería, un asedio que tuvo como consecuencia dos goles más, el de Mario, extraordinario y espectacular, manos a la cabeza, con una volea desde su casa, sin exagerar, y el de Carlos Zapero que remató impecable de cabeza otra incursión del dorsal 6, Tomás, cuchillo en banda y asistencia magistral, para cerrar el definitivo 3-0, tres puntos. Sumar y sumar.