La psicología de los penaltis

Antes de lanzar un penalti, quien lo lanza, tiene la seguridad absoluta de meterlo. El portero espera pararlo o que lo tire fuera el lanzador. Hubo dos penaltis en el arranque de la Liga Regional Cadete, uno a favor y otro en contra. Alex Birlea convencido de ganar esta guerra psicológica con el guardameta se mostró firme y seguro y lanzó y marcó. Era el cero a uno para nuestro Cadete A que dejó un sello en Guadalajara de autoridad y convicción.  Era el minuto 50 y seis minutos después se produjo la misma situación en nuestro área. Aquí Adri Carrasco aguantó la mirada del lanzador hasta el final y vio en la última milésima de segundo la intención del rival, y le ganó, paró el penalti y dejó las cosas como hasta entonces se habían contraído los méritos de unos y de otros. A partir de aquí la maquinaria naranja decidió que el partido era suyo, y el marcador también. En el minuto 60 una gran jugada trenzada por la derecha terminó con una definición espectacular, la de Dani Ibarra “Tole” que marcando el segundo gol puso el campo cuesta abajo para los nuestros, porque el mismo Tole seis minutos después recogiendo un rechace a una gran parada del portero amarillo ponía el cero a tres inapelable. Cuando los alcarreños intentaban subir la montaña de nieve que les habían puesto delante bajaron los brazos e intentaron que no fuese mayor el descalabro, pero no pudieron detener el alud en el minuto sesenta y nueve que les dejó aniquilados, el 0-4, un misil tierra-aire-tierra de Marcos Fernández, el Valiente que dejó el 0-4 definitivo en el marcador. Buen comienzo, pero eso, solo el comienzo, al que hay que darle continuidad con esfuerzo, el trabajo y el carácter que esta liga te exige. Adelante chavales.

El arranque. Pues mejor no se puede empezar en una liga tan exigente como la Regional Infantil. De líder. Sí porque después del resultado ante el Salesianos Guadalajara, 0-6, nuestros chicos del Infantil A son los primeros líderes de la temporada. Pero vayamos por el principio de la historia. Con sol y calor de justicia apenas comenzado el encuentro se desató una tormenta de fútbol del bueno, el de la verticalidad vertiginosa con pocos toques y llegadas peligrosas al área, de manera que en el minuto 7 llegaba el primer gol de Alonso Moreno, que diez minutos después marcaba el segundo suyo y del equipo. Con tal superioridad todo era más fácil y se sucedieron muchísimas llegadas que los amarillos no podían parar y así en el minuto 21 llegaba el tercer gol, obra de Diego Barroso. La cosa se calmó un poco, el Salesianos tuvo alguna llegada peligrosa que no concretó por el buen hacer de nuestra defensa, hasta que un minuto antes del descanso volvió a aparecer Alonso Moreno para hacer su hact trick particular y cuarto de los naranjas. Si la borrasca amainó en el segundo tiempo fue porque el equipo local se cerró y tapó muchos espacios, aunque le duró hasta que en el minuto 59 apareció Nacho Bermúdez para hacer el quinto que parecía sería el definitivo. Pero solo se acabó el asedio cuando un minuto antes del final del partido, Nacho Bermúdez remató la mejor jugada individual del partido, de Sergio Alguacil, destacado del partido sin duda, por no nombrar a todos pues se noes extendería demasiado la escitura. Excelente comienzo, aunque solo es eso, el comienzo, que obliga  a estos chicos a seguir trabajando y mejorando.