Todo lo que podía salir mal, salió peor. No fue buena tarde para el Juvenil A. Lesionados, golpes que duelen y tarjetas que matan. Es más importante tener claro cuando una tarjeta es roja o no con el nuevo reglamento, que jugar con el dorsal 11 o el 28, ya veis, qué relevancia más determinante. El árbitro nos ofreció suspense durante diez segundos para enseñar el color de una tarjeta, que finalmente decidió el ruido de las protestas. Un error nos hizo jugar casi 80 minutos con un jugador menos, algo que todos querríamos si fuese al revés. El 2-0 final fue un excesivo premio para un buen equipo que sólo nos superó cuando las piernas no respondían. Como se suele decir, once contra once más que posiblemente hubiera sido otra historia. Seguimos.
La energía negativa del minuto 45, en ambos tiempos, nos derrotó en Mora, 2-1, algo que no mereció el Juvenil B, pero que entra dentro de las normas del fútbol. Esto se acaba cuando se pita el final y no cuando uno quiere o piensa. El Cadete A ganó al Juvenil de Villaluenga, 2-4 , con muy buena cara en el primer tiempo, y más de sufrimiento en el segundo. La puesta a punto va bien. Muchas bajas y el calor fue el castigo que recibió el Cadete B en el Torneo de Yeles, con una partido ganado y otro perdido, que no le dio para pasar de ronda. Ahora empiezan a entrenar.
Buena imagen de fútbol y resultados de los Infantiles, donde los chicos del A, vencieron 2-3 al A.D. Parla, eso sí, cuando se sacudieron bostezos y pereza. Mientras los del B, ganaron con solvencia y autoridad, 0-2 al Elite Talavera, escuela de reciente creación que dará mucho que hablar.
Los motores ya calientan.