El inicio del encuentro, Liga Nacional Juvenil, fue lento, espeso, un poco diésel, como consecuencia del bochornoso calor que ralentizaba piernas y cabeza. El Juvenil A a los diez minutos, poco a poco, fue apareciendo con fervor, pero el Azuqueca acertó en la primera que tuvo, robo de balón y un cambio de orientación que terminó en gol, a los catorce minutos. Más allá del temor que suele aparecer en estos goles tempraneros, los chicos de naranja apretaron de lo lindo y los azudenses retrocedieron a su área, para no volver a salir de su campo en todo el primer tiempo. El acoso tuvo premio, en forma de gol, de Samuel, a los cuarenta minutos. Y descanso.
El Azuqueca no compareció hasta el minuto veinte del segunto tiempo y lo hizo para adelantarse en el marcador. Hasta entonces, nuestro equipo dominó y llegó con facilidad al área, plantándose delante del portero para voltear el marcador, pero no tuvo fortuna en la definición. Con uno a dos en el marcador siguió el asedio al área rojinegro, que respiró y agradeció dos desafortunadas decisiones del juez del partido, en pre-pretemporada todavía, porque no corrió ni un kilómetro en todo el partido, un penalti escandaloso no señalado, y el tercer gol visitante en un fuera de juego de un metro que se tragó el niño asistente, ambas jugadas vistas hasta desde el BAR, que nos puso la cosa más difícil aún. Ya no se movió el marcador final 1-3, a pesar de disparos al palo, paradas del portero alcarreño y desaciertos de los nuestros. Esto no es como empieza. Ánimo a todos y a seguir.