Un talento guapo y de altura.

LIGA NACIONAL JUVENIL

Tuvimos respuesta para la propuesta de los rivales, más fuertes sin balón que los nuestros, pero peores a la hora de elaborar. Bueno, ciertamente no elaboraron, su plan fue un juego demasiado directo, algo que sufrieron sus mediocentros que solo miraban al cielo esperando algo, un balón mismamente, algo así como los que hemos cumplido una edad y cuando éramos pequeños deseábamos ver a la cigüeña por el cielo, para que nos trajera algo a casa, un hermanit@ mismamente. No es que el Torrijos renunciara a ganar, no, claro que no, pero pronto supo que iba a sufrir con ese plan. Y así, antes del minuto 15, llegó una preciosa jugada con Javi que se introdujo por todas las rendijas de la defensa, alcanzó la línea de fondo y entregó un bombón en forma de balón a Pablo que agradeció el regalo para adelantar a los nuestros. Uno a cero. Con el marcador a favor nuestro equipo no pensó en esperar, defender y sobrevivir como fuese. Ni mucho menos. Los que vestían de naranja ayer sintieron que eran más altos y más guapos en el talento y por eso siguieron fabricando y construyendo. Los rojiblancos tuvieron sus momentos, colgando balones al área desde los laterales o en los córners, y se encontraron con un portero que vistió de gris pero que deslumbró, brilló y cazó todas por alto. Simón, el amo del calabozo, es cadete, más mérito aún. Juvenil A 2-0 C.D.Torrijos.

Los torrijeños apretaron un poco más tras el descanso con el mismo método, pero ahí emergieron las figuras enormes, primero de Mejía, dueño y señor en los balones altos y en el balón sacado, y a su lado el inexpugnable Chechu que sacó balones por arriba y por abajo, con elegancia y potencia. Antes de cerrar el partido con suspense en el área por parte de Kris, con el segundo gol, un especialista en meterse por donde no parece que haya hueco posible, habíamos tenido hasta tres ocasiones claras para haber cerrado el partido mucho antes, pero el 2-0 final es un buen resultado sin duda. La batalla del traslado de jugadores Odelot-Torrijos, Torrijos-Odelot, cae de nuestro lado, aunque sean sólo cuatro de los nuestros que vinieron para acá contra once que se fueron para allá. Números impecables y tres puntos inapelables.

LIGA JUVENIL PROVINCIAL

El Juvenil B reapareció en la escena espantado fantasmas pasados, mejorando y mucho en estaturas técnicas y tácticas, desde fuera y desde dentro. Y lo hizo con autoridad, goleando. Su triunfo ante el Carranque, 13-0 nos sirve para recuperar esa autoestima disipada en el tiempo pasado y para demostrar que aquí hay cantera. El partido fue un suplicio para los sagreños de Carranque, que en el minuto 20 ya habían visto su portería perforada cinco veces. Pero no fue fruto de la casualidad ni tampoco de que los blanquiazules salieran sin actitud, no, pasó que nuestro equipo fue una avalancha de buen fútbol y mejor definición. El martillo pilón no metió solo goles, metió miedo porque la goleada se preveía como escandalosa, sobre todo al pitido final del primer tiempo cuando el resultado marcaba un nueve a cero.

Con el partido cerrado ya el segundo tiempo pareció que sobraba, pero los chicos de Hiroki continuaron como si nada, jugando, divirtiéndose con el balón y marcando más goles. Con los cambios nadie pudo decir que los guapos se fueron y entraron los feos, no, de ninguna manera, porque el equipo siguió inventando y generando fútbol del bueno, y metiendo goles, los que que se apuntaron Revilla (3), Álvaro (3), Nogales (2) Pablo Benito, Carlos Zapero, Tomás, Andrés y Javi Pantoja. Enhorabuena chicos. Pero recordad, aún hay mucho camino.