La pelota transitó muy cerca de los postes del Horche una y otra vez Tuvimos llegadas a montones para haber sentenciado el partido mucho antes del descanso. El Juvenil A ganó 2-1 y sigue con su buena racha. Faltó la pausa del último empujón a la red, y a veces usar los ojos, cabeza levantada, para dar el pase final al que mejor se había colocado para marcar. En el minuto 28 llegó el primer gol. Nacho tras una guapa maniobra dentro del área, después de un amago y un quiebro, pegó el zapatazo que abrió el marcador, y que hacía justicia a lo que estábamos viendo. El partido y el campo siguió inclinado hacia la portería de los verdes durante muchos minutos, hasta que llegó el segundo en la recta final, un córner que cazó y empujó Dani Ponce. Y aquí en lugar de llegar la tranquilidad, apareció el desarreglo, también provocado por el cansancio del esfuerzo realizado, y llegó el gol de los alcarreños a falta de ocho minutos para el final, suficiente estímulo que les hizo dar un par de pasos hacia delante, con una presión intensa, desesperada, que nos hizo retroceder, aunque cierto es apuntar que nos regaló muchos espacios para haber metido el tercero y el cuarto. Tres puntos muy deliciosos, que tras superar la rigidez en las piernas de los últimos minutos, nos deja una sensación de confianza absoluta porque tenemos el balón, y generamos muchas ocasiones de gol, siendo el segundo equipo más goleador después del líder. Buena línea.
Que al Infantil A le gusta este juego es cierto. Que hay equipo con mayúsculas tampoco ofrece dudas. El compromiso es el que hay que ajustar. Importantes todos, imprescindible ninguno. Han sido Campeones en el Torneo Igualdad de Villaluenga, muy buena organización vía Iván, un crack. La fortaleza de este equipo es la calidad, que la hay de sobra, acompañada del músculo, que también necesitamos, pero sobre todo es de responsabilidad y obligación. Con catorce jugadores han puesto en lo más alto el nombre de Odelot Toletum, al ganar en la Gran Final al C.F. Talavera “A”, muy buen bloque, rival en la Liga Regional, aunque el resultado final, 2-2 que nos llevó a los penaltis no fuese justo. Encontramos el galardón, 7-8, en esa tanda, que fue un razonable premio a esos aspectos que nos distinguen, fortaleza técnica, velocidad, y sobre todo energía y humildad, esos valores de los que se empapan nuestros jugadores y que alcanzan en sus ratos libres. Los que se creen mejores, miran por encima del hombro al resto y se sientes Dioses, sólo hacen que deambular, ir y venir, y esos, están en otros equipos afortunadamente. Línea buena.
Estos todavía no se depilan las piernas, sólo están empezando a vivir, a disfrutar, a reir con sus amigos, a jugar al fútbol sin más malicia que la de abrazarse cuando marcan un gol, y a reírse cuando lo reciben. Qué espectáculo es ver a nuestro equipo Chupetín, que en dos apariciones en dos torneos, se han llevado los dos. Campeones son!!. Son 8, pero si tiráis de Google había una serie de los años 80 que se titulaba: Con 8 basta. Y con menos. Pero seremos más. Ganaron en el Torneo Igualdad de Villaluenga a la Escuela getafense de Sergio Pachón, 1-5, ofreciendo espectáculo desde luego. Estos pequeños tienen una vocación fundamental en sus ratos libres, reir y disfrutar, y si luego les pones un balón y dos porterías, saben donde tienen que marcar gol para abrazarse. Son así de naturales. Y buenos.