Estaba cantado, sólo había que esperar el cuándo. El Infantil A se proclamó CAMPEÓN de la Liga Regional, lo que es lo mismo, el mejor equipo infantil de Castilla La Mancha. El triunfo 0-7 a domicilio ante el Mora y la derrota de Alcázar, aunque hubiese ganado no habría cambiado nada, le ensalza como Campeón, con una autoridad aplastante. A falta de dos jornadas, le saca 10 puntos al segundo. Muy pronto, en el minuto 9, Imanol Rebolé soltó una bomba inteligente desde el centro del campo para abrir el marcador, dejando claro que los nuestros no habían venido de paseo. Los morachos entendieron que iban a sufrir y los naranjas querían cerrar el partido y la liga pronto, porque su dominio era absoluto. Y llegaron dos goles en diez minutos. En el quince, Diego Barroso en una demostración de su potencia metió el segundo, y en el 25, Nacho Rodríguez hizo una de las suyas, cambio de ritmo dentro del área, regate y zapatazo. El Mora sintió un escalofrío y reaccionó en el siguiente tramo llegando dos veces con peligro a la portería rival, pero se topó con un gato, Izan le llaman, que les sacó dos paradas de categoría. Y descanso.
De vuelta de los vestuarios el encuentro volvió a sus inicios, juego preciosista y rápido, controles, pases y remates precisos, y ahí apareció en los diez primeros minutos Sergio Alguacil que firmó una actuación brillante, encontró el resquicio en la red que otros no veríamos jamás. Cinco minutos después, llegó el quinto de las botas de Nacho Bermúdez, exquisitez y calidad. El cero a cinco ya empezó a tener movimiento en el campo y en la grada, sabían ya que eran campeones, pero seguían jugando al fútbol de maravilla y dio igual que hubiésemos hecho todos los cambios a los cinco minutos, el balón era tratado como lo que es, el rey del fútbol, y del bueno. A falta de diez minutos Rodrigo Catalán recibió un despeje local dentro del área y entre una nube de jugadores atisbó el único hueco que había para colocar la pelota junto al poste. Cinco minutos después otra vez Rodri finiquitó el partido con otro gol. Los jugadores del banquillo saltaban abrazados para salir corriendo al pitido final, los que estaban dentro del campo disfrutaban y en la grada las cámaras de los teléfonos móviles ya estaban activadas para grabar el momento feliz de sus hijos y el suyo propio. Y se acabó. Sonrisas, saltos, abrazos, miradas de júbilo y lágrimas de alegría, todo envuelto en el color naranja.
Lo de este equipo es de récord, porque aunque es la tercera vez que Odelot gana esta liga, nunca lo había hecho con la solvencia como estos chicos. Cogieron el liderato en la primera jornada, lo cedieron en la segunda y lo recuperaron en la novena para no perderlo ya hasta ser campeón. Los números son escandalosos, 24 partidos jugados, 22 ganados y 2 perdidos, con la friolera de 93 goles a favor y solo 24 en contra y 66 puntos conseguidos con dos partidos aún por jugar. Enhorabuena a todos, desde el cuerpo técnico hasta el último familiar, y muchas gracias a estos futbolistas en proyección que defienden este escudo, los del infantil A.