El Juvenil fue tan superior al F.D. Talavera, que nos pareció muy poco el 3-0 final, hasta el punto de que nos dieron ganas de taconear y gritar que en ningún sitio se puede vivir mejor que aquí. Respetando al rival como merece, un ocho a cero hubiera sido más natural. Peces (2) y Alex González fueron los goleadores. De cualquier modo, apuntamos que este equipo, el nuestro, nos parece muy fiable, y para ganarle habrá que sudar mucho, después de correr kilómetros.
Aturdidos por el cero a uno, en trance después del cero a dos y recuperándonos del shock del cero a tres, despertamos y vimos que habíamos doblado rodilla regalando mucho en poco tiempo, en partido importante. El Cadete Regional bajó a la tierra después de perder por falta de actitud en muchos momentos y exceso de mantequilla, 1-5 ante el Miguelturra, buen equipo, al que le salió todo. Nuestro gol obra de Salinero. Ni éramos antes el Bayern Munich ni ahora el Racing Escalerillas de Abajo. No deberíamos enloquecer por haber saboreado en la primera jornada jamón de pata negra, y en la segunda, mortadela con aceitunas. Esto es tan largo que tendremos sabores para todos los gustos, dulces a veces, agrios otras.
En los enfrentamientos con Torrijos hubo de todo, victorias, derrotas, goles excelentes, en fin, fútbol básicamente. Cabe destacar el partido del Alevín E, que perdió 1-0 de la manera más injusta del fútbol, pues dominó el partido durante 45 de los 50 minutos, desperdiciando varias ocasiones de gol claras, hasta que en el último minuto un mal entendimiento defensivo regaló la victoria a los torrijeños.
Victoria 1-3, bien trabajada del Infantil Regional en partido amistoso contra Cobeja, que puso las cosas muy difíciles, pues dominó el marcador hasta el descanso. La segunda mitad fue otra cosa, pues ya a los tres minutos habíamos empatado y golpeado los postes dos veces. Una vez cogido el balón, ya no lo soltaron hasta conseguir el triunfo final. Empieza el próximo fin de semana su competición, su competencia, y su competitividad, así que chicos, duro y a trabajar para disfrutar.
Las derrotas ayudan más de lo que parece y los equipos que han perdido deben mirarse al espejo y comprobar que éstos, al igual que la televisión, engordan, así tienen que convencerse de que son más guapos de lo que se ven, espantando abatimientos y depresiones. Pues eso.