Los Pajaritos ya vuelan. Y planean alto. Los pajaritos han despegado, ofreciéndonos una imagen inolvidable. En su primera competición, en su primera aparición en el mundo del fútbol, han sido los mejores, CAMPEONES, un equipo, reunido en torno a sus entrenadores, Álvaro y Jorge, que con su trabajo y dedicación, metidos en su papel de niños grandes, nos han allanado el camino para explicar la emoción del momento. El equipo Chupetín se ha proclamado Campeón de la Liga Montes de Toledo, con dos jornadas de antelación, tras vencer al Ajofrín por 0-3, algo que nos invita a todos los que formamos la Escuela de Odelot a aplaudir a nuestros más pequeños, y a zambullirnos en su alegría. No nos queda otra que proponer desde aquí un abrazo con beso largo para premiar su misión, esa gloria que merecen recoger después de haberse burlado de la lluvia y el frío en muchos entrenamientos. Aquí están, estos son, los peques del equipo Campeón: Cayetana, Asier, Gonzalo, Iker Sánchez, Carlos Ruano, Marco, Guillermo, Nicolás, Jorge, Iker Romero, Ángel, Carlos Pino y Miguel. Nos ponemos de pie, por favor.
El Cadete A camina firme para poner su guinda a su buena temporada. Sus partidos en casa son para disfrutar, es la plenitud del gozo del buen fútbol. Es el mejor desayuno posible, domingo en la mejor compañía, tostadas con tomate o aceite, un agradable despertar después de un buen concierto, el que pusieron ayer ante el Ciudad de Talavera, 3-0, con un juego gran reserva, asomándose a esa frontera gloriosa nada casual que nos emociona, rematada con sus goles, ayer de Diego, Alonso y Miki. La liga es cosa de dos, y está en nuestros pies.
El partido llegaba a su fase decisiva y nuestro Infantil A estaba envuelto en un panorama gris empatando a uno injustamente a falta de pocos minutos. El Ciudad de Talavera con muy poco que perder, se agarró a esa posibilidad que tantas veces vemos en fútbol, recuperar balón y pelotazo a su mejor jugador, que juega arriba. La gran labor defensiva de los nuestros no permitió sorpresas y en diez minutos finiquitó su partido, eso sí, con paciencia y toque, con esa cualidad que no todos tienen, con esa calidad que nosotros sí poseemos. El resultado final de 4-1 no hizo más que justificar el premio al que más lo buscó. En la lucha entre los mejores seguimos. Cayetano mereció miles de abrazos, más por su extraordinario partido que por sus dos goles, al igual que Rafa, que clavó su golito y nos demostró lo bueno que es, como lo hizo Pablo también, que también metió el suyo.
Al margen de las historias particulares, podemos presumir de que hay un relato general , titulado Odelot, que en cada partido, en cada semana, sea un equipo u otro, nos demuestra que la ilusión del fútbol es uno de los caminos cortos para disfrutar. En eso estamos, en insistir en el camino corto.