El premio a la voluntad

 

Sin dar signos de ninguna euforia desatada, con humildad, con trabajo, avanza el Benjamín A, líder indiscutible en su liga, después de doblegar ayer al Villaluenga A, 1-3, con los goles de Damián (2) y Nacho, en un partido donde concedió balón en exceso en el primer tiempo, uno a uno, y recuperó dominio y buen juego, y tonos y guiños en el segundo. Este equipo nos da muy buena espina, eso sí, siempre y cuando mantenga esa ambición y ese carácter que es necesario para proporcionarnos alegrías miles. Un festín de goles se dio el Prebenjamín A, líder poderoso también, que le metió un 0-13 concluyente al Recas, ofreciendo entre tanta celebración un exquisito fútbol, que nos viene a recordar la célebre frase de que se juega según se entrena. Entrena y muy bien el Prebenjamín B, que sigue dando  la cara como gran equipo que es, ayer ganando 1-7 al Benquerencia B, que tuvo que aceptar la superioridad de los nuestros. A estos niños, a todos los prebenjamines, les vemos entrenar y jugar, su diversión nos hace disfrutar

En la primera mitad el Salesianos Guadalajara fue arrollado, cuestión lejos de bajar brazos, y sí de que porque casi es imposible mantenerse en pie cuando el Cadete A empuja con esa energía rescatada. 4-1. Los alcarreños no tuvieron premio por su gol marcado, porque les llegó muy tarde y cuando ya tenían cuatro en contra, porque Dani Díaz central y lo que haga falta, metió dos, como Pablo Blanco que estaba en el momento justo y en el sitio oportuno para meter el suyo, o como Yago, que giró, regateó, amagó, engañó y zapateó desde fuera del área el suyo. Para Arriscado, Infantil A, quedará el premio dulce de haber marcado tres goles ayer que contribuyeron a la victoria, 5-2, ante el Salesianos, que Cayetano y Gonzalo redondearon, y para el resto la satisfacción de haber logrado otros tres puntos que nos mantienen entre los mejores. Habrá que seguir trabajando, no?

Nos costó entusiasmarnos y almacenar el miedo, el vértigo de ir ganando dos a cero y dejar la puerta a cero. El Juvenil A mereció los tres puntos ante el Illescas, 2-1, Ayoub los dos, pero sufrió porque quiso, porque por momentos no mantiene ese punto de concentración que le distrae y le cuesta goles en contra. Fue dueño y señor de un partido que nuevamente no le asustaba dominar hasta que en dos despistes puntuales, generalizados, sin que nadie saliera señalado, dio vida a los sagreños.  Oro llamaremos a estos tres puntos, acordaros.

El Cadete C puso patas arriba, boca abajo, o como queráis llamarlo al Mora B, al que venció con velocidad y verticalidad, gran trabajo de todos, empujándolo al lado oscuro de la derrota, 1-4, insistiendo en su gran hacer. Hay equipo, cuidado. Si hay algo que distingue al Infantil C es su cabezonería, vía jefe de banquillo, aprovechando muy bien cualquier pasividad del equipo rival. Los Yébenes fue ayer la presa, el cazador le metió un 0-9 incuestionable que disculpa cualquier atisbo de reclamación o conflicto. El Infantil D se quedó los tres puntos ante el Argés B, porque inclinó el campo a su favor sin que su rival supiera como restar la exaltación que mostraron nuestros chicos. El resultado final, 0-7, no hizo sino que certificar la aplastante superioridad de los naranjas.

Acabamos con los alevines. Ninguno perdió, aunque el sabor que nos deja el Alevín A, con su empate, 1-1, insospechado ante Villacañas, es agridulce. El Alevín B ganó su partido, 2-4, ante Gálvez B, sin brillantez pero con practicidad. Hay que espabilar. El Alevín C goleó al Toledo B, 1-7, siguiendo esa línea de saber interpretar según qué partidos. Y los niños de Mario, Alevín D, apostaron por el buen juego, el de jugar con el corazón, obteniendo su merecida recompensa al final, 1-2 ante el Gálvez A, premio a la voluntad. Así da gusto.