Con más espacios y menos baches y cadenas, los partidos hubieran sido otros. El Albacete se llevó inmerecidamente los seis puntos en juego, sin ser mejores, ni quizá peores. Tal vez más efectivos, y más que posiblemente, afortunados. Liga Regional, 0-1, idéntico e injusto marcador. Nuestros equipos renuncian a dar pelotazos en exceso, algo difícil en semejante y lamentable barbecho, lleno de parches y trampas para tobillos y rodillas, que tantas lesiones en tan poco tiempo nos han causado. Un Carnaval de escenario.
El Cadete A demostró que los puntos de diferencia en la clasificación eran excesivos, y más aún ahora. Sin ser su mejor partido ni mucho menos, dobló sus dosis de calidad y coraje arrinconando por momentos al rival, acumulando ocasiones de gol, pero aceptando que el fútbol no siempre escucha a los que mejor hablan.
A dos minutos del final, después de haber perdonado ”cienes y cienes” de veces, el Infantil A vio como se le iban los tres puntos, en una jugada aislada, cuando el partido agonizaba. Los albaceteños fueron mucho peores en la creación, pero más nítidos que nosotros en la presión y en el gol.
Para los que vieron ambos partidos, el asombro era completo, se había producido el mismo resultado, decepcionante, ante un adversario del que todos esperábamos más, en dulzura con el balón, resultando ser más ásperos que un pantalón de lana.
Tenían los tres puntos, pero se fueron a duchar minutos antes de que sonara el pitido final. El Sporcity de Talavera nos empató al final, 1-1, y encontró un regalo, un punto, mientras nuestro Juvenil extravió dos, porque se puso el disfraz de Carnaval antes de quitarse la camiseta de juego.
Disfraces y lecciones para apuntar.