PARTIDOS DE LA JORNADA.
Triplete.
UNO. Los buenos tratos al balón que nos ofreció el Alevín C en el Torneo de Fútbol-8 de Yuncler fueron suficientes para ratificar su buen momento. No importan centímetros ni años de nacimiento, sólo hay que esperar a que se manifiesten las diferencias. Y los nuestros mostraron su “duende”, loco y desatado en forma de fútbol exquisito, hambrientos de ambición, para proclamarse Campeones del Torneo, 1-3 al Mora, de manera justa y convincente. Moreno existe.
DOS. El Benjamín A deleitó, Campeón, a todos los asistentes al Torneo de Yuncler, con su juego fresco y descongelado en los fríos días que nos visitan. Es difícil encontrar antídotos para superar tanta circulación, tanta llegada a la zona decisiva. Algunos resistieron durante el torneo, y se aferraron a la fortuna de los penaltis, pero claudicaron, doblando rodillas, rendidos ante la evidencia. El más valiente y el que más se atrevió fue el Yuncler “A”, que luchó la Final, 1-5, honradamente. Supieron entonces que Toni Rasero era el capitán de semejante nave.
TRES. El Alevín A se proclamó Campeón del Torneo Fútbol-7 de Villaluenga de forma clara y contundente tras vencer en la Final al Atlético Madrid Casarrubuelos por 0-4, de forma natural pero no sencilla, pues durante los muchos minutos que precedieron al triunfo, consiguieron esquivar madrugones, heladas y otras cosas ajenas pero pegadas al fútbol. Muchos detalles de grandes pequeños futbolistas, deseosos de encontrar su hueco en la historia de Odelot y su gloria. Zurro estuvo y dirigió magistralmente a estos chicos.
La Liga Regional volvió a ser despiadada con los nuestros. El Cadete perdió 2-0 ante el Guadalajara sin ser inferior en el cómputo general, aunque sí en el tiempo decisivo, el segundo, el de los despistes y los desmadres. En el primero, un cero a tres hubiera sido natural, por juego y ocasiones claras. El Infantil calcó el partido de los anteriores, dando un “repaso” en toda regla al Guadalajara en el primer período, y quebrándose en el segundo, dando por bueno el 0-0 final.
Desde aquí mandamos el ánimo que necesitan los que lo merecen, haciéndoles ver que no existe la mala fortuna, ni la suerte esquiva, si el esfuerzo no cesa.
Estamos tranquilos, conscientes de vuestra entrega y capacidad, que lo sepais.
Seguimos luchando, chicos.
