EL PARTIDO DE LA JORNADA.
Vuelve aquí otra vez el Benjamin C. Su encuentro, en atrevimiento y propuesta, resultó soberbio. Es verdad que en la primera mitad fue superado en muchos momentos por el contrario, pero no fue por bajar los brazos, sino porque resulta casi imposible mantenerse en pie cuando el rival te supera en físico. El segundo tiempo arrancó decidido a ser justo con nuestros chicos, y lo fue al darle los puntos del partido, 2-4 ante el Villaseca. Aquí añadimos al Alevín D, de Antonio, que nos está dando muchas alegrías, la última la de ayer, 1-7 ante el Toledo D, ganando con autoridad y con lo más importante, carácter y motivación, el que quiere, muchas veces puede.
LO QUE TAMBIÉN PASÓ.
El Cadete Regional superó complejos y esquivó fantasmas, a costa del Sporting Cabanillas, 6-1, desterrando maldiciones y ajos tras la portería contraria. Llegamos a pensar que había alguna condena por algún pecado no cometido. Pero nada de eso, sólo faltaba acierto en los últimos metros, y lo que hasta ayer era un trauma, la falta de gol, fue un festín, que esperamos sea un impulso con el año nuevo. Aliento para el Infantil Regional, que se golpeó por distracción en el marco de la puerta de vestuarios al salir al campo, primer tiempo, y se recuperó felizmente en el segundo, 3-1 final, ante el Cabanillas. La niebla obstaculizó el partido del Infantil B, que tardó los minutos que necesitó el sol para aclarar la visibilidad, 6-1 al Gerindote, lo mismo que el Infantil C ante el Argés, trabajo y premio, 0-1, control de resultado y juego.
Y enorme palmada de satisfacción para los Alevines, para el Benjamin B, los Prebenjamines, y el Chupetín, más allá de resultados, que han sido mayormente magníficos.
Empate del Benjamín A, 1-1 ante el Mocejón, y el Juvenil se presentaba radiante tras su gran triunfo de la última jornada en Talavera, olvidándose del fútbol y de su intensidad, y así sufrió para sacar su partido ante el Gerindote, 2-1, y gracias. Pero nada puede oscurecer el gran trabajo de éste equipo durante lo que llevamos de temporada, su línea intachable, y por tanto, cabeza alta y a seguir.
El dulce turrón que os espera a todos, lo habéis ganado merecidamente.
