Había partido de Liga para los chavales de Odelot-Toletum. Fue hoy dia de Reyes en Villaseca. Se respiraba frío a pesar del sol. Y en esas estábamos buscando todos donde resguardarnos de la brisa fresca soleada para ver el partido cuando Murfy, central espigado, fino, elegante, capitán que viste de naranja, cabeceaba un córner al fondo de la portería sagreña (Villaseca). Gol. Era el 0-1, minuto 1. No iba mal. Los pocos que estábamos en el campo mirando con recelo el cielo, pensamos equivocadamente que sería un paseo. No lo fué. Principalmente porque nos enredamos en regates, autopases, "driblings imposibles" y otras menudencias. Así en el minuto 27, el equipo de Villaseca empataba en un contraataque rápido, y su goleador, el 9, miró incrédulo, como aquel ladrón que roba algo en un mercadillo y sale corriendo mirando para atrás por si alguien le persigue. Y vió que nadie iba tras él. 1-1. Empate. De aquí hasta el descanso, nada de nada, imprecisiones, atropellos, y precipitaciones. El descanso les vino bien a todos. Los chicos de Odelot-Toletum debieron recibir algún que otro recadito del míster, pues luego todo cambió. Tanto fué así que el segundo tiempo, todo se calentó un poco, y vimos al equipo que todos conocemos, toque, pase, desmarque, y remate. Aunque Jose remató en el minuto 5 de cabeza al larguero, después vimos como Alex, Mario, Jose y Guille, marcaban goles con enorme limpieza, sin tener que preocuparse de ninguna "persecución". Final, 1-5. Y así nos fuimos "calentitos de frío" , contagiados de los cinco que metió el Juvenil Nacional el sábado, y esperando que el próximo domingo ante Noblejas, estos chicos, sigan disfrutando con el fútbol. Un abrazo, cracks.
