Estilo y modelo, invariables.

Nuestros equipos, nuestro estilo  y forma de trabajar nos señala la línea de Odelot Toletum, nuestro modelo, que nos muestran casi siempre que no cortamos el cable equivocado. La imagen expuesta en todos los Torneos de Semana Santa donde hemos participado ha estado a la altura, doce equipos, que con numerosas bajas cada uno de ellos, porque las fechas nos restan jugadores que cumplen otros compromisos familiares lógicamente. Por eso cayó el Cadete A ante el Valdemoro en semifinales de la Madrid In Cup 2019, porque tuvimos que hacer encaje de bolillos para cubrir posiciones. También el Cadete B sufrió esas bajas, teniendo que jugar con jugadores infantiles ante equipos como el Rayo Vallecano y Getafe en Torneo Nano Rivas de Miguelturra, organización espectacular, atención de Primera División, donde el Infantil A asimismo sufrió esa merma de efectivos. En el Torneo Nacional de Illescas, nuestro Alevín A fue eliminado en semifinales por el campeón, el anfitrión, excelente equipo. El Benjamín A cayó en la suerte de los penaltis ante el Alcalá, con buena actuación, y con poco reconocimiento desde donde le hace falta, las críticas pesadas y partidistas no ayudan mucho, y el Prebenjamín A que se mantuvo en pie dignamente durante muchos minutos ante el Real Madrid, un equipo que aprovechó nuestro desgaste en la recta final del partido . Muy bien los tres equipos.

También el Cadete C tuvo que tirar de nuestros equipos infantiles para completar equipo, en el Torneo Ayuntamiento de Mocejón, ofreciendo una gran resistencia, como lo hizo el Infantil B en este mismo torneo, que fue capaz de ganar en el tercer y cuarto puesto al Toledo A, de Categoría Regional, demostrando ese nivel que otros no alcanzan. La mezcla del Alevín B y Alevín C para dar la cara en Mocejón también, jugando Fútbol 11, no nos defraudó, porque la desventaja ante rivales de mayor físico y edad no se plasmó en ninguno de los partidos disputados, algo parecido a lo que le pasó al Benjamín B y Prebenjamín B en ese mismo Torneo.

Nuestro estilo, nuestro modelo, prevalece invariablemente.