FUÉ, ES, Y SEGUIRÁ SIENDO UNO DE LOS NUESTROS. (22-ENERO-2012)

Pocos equipos son tan discretos como el Infantil A. No meten ruido, y basa su virtud principal en la sensatez y la prudencia. Y así les va. Han vuelto a hacerse con el liderato, después de vencer ayer en un mal partido al Ciudad de Talavera, 2-1, sufriendo lo indecible. Este equipo es consciente de su elegante humildad, reflejada principalmente en su entrenador, Raúl Madrid. Con esas mismas armas, aparece en escena el Infantil B también, que nos muestra jornada a jornada su estrella emergente. Hay equipo. Y grande. Aunque ayer el rival estaba en los puestos bajos de la tabla, los chicos dirigidos por Dani Martínez se tomaron el partido en serio, desde el inicio, respetando profundamente al rival, el Fuensalida, que salió goleado por 9-1, resultado justo en cuanto a méritos de unos y otros.

Cayó injustamente el Cadete A, ante el Ciudad de Talavera, que celebró el pitido final a lo grande, porque ni ellos mismos se creían que se hubieran llevado los tres puntos al ganar, 0-1. No tuvimos muchas ocasiones, pero fueron tan claras que pocos pueden entender, que no sacáramos al menos un punto, ni siquiera los acérrimos extremistas, esos que nos ponen en las nubes a todos un día, y nos bajan al infierno al siguiente. Allá ellos con su conciencia. Si ganas un partido por 7-4 después de ir perdiendo por cero a tres, significa que algo no iba bien al principio. Era la motivación, era la actitud. Ese fue el resultado del partido que jugó ayer el Cadete B ante el Fuensalida. Lo mejor, los tres puntos, que nos da un estirón más.

El resto de resultados los podeis ver en nuestra página. Hubo de todo, aunque podemos destacar el abultado resultado del Benjamín A, que goleó escandalosamente por 0-17. La jornada en general ha sido muy buena, porque nos mantiene en primera línea en todos los frentes, en todas las batallas. 

Ahora no queremos quitar protagonismo a la cita de mañana, esa que nos lleva al I Memorial Valentín Gil. Os esperamos a todos, más que nada para arropar a toda la gente a la que cautivó con su forma de ser, a su familia principalmente,  este extraordinario entrenador, que fue mejor persona todavía.

VALENTÍN SIGUE SIENDO UNO DE LOS NUESTROS.