El fútbol no es de cobardes

El Juvenil A mereció más ante el Illescas, porque jugó con esa valentía que te consiente no  recibir más condena que siendo un cobarde. El empate final, 2-2, ennoblece la actuación de un equipo que sigue en conflicto con la fortuna, porque una vez más el rival terminó achicando balones y ocasiones claras de gol, mediante las manos invisibles de su portero, clave  para que el encuentro terminase en tablas.

Ayoub abrió el marcador a los dos minutos cual tormenta otoñal con un disparo duro que dobló las manos del guardameta. Los cien segundos que siguieron a este gol fueron confusos, y pasamos de recrearnos con el miedo ajeno, a asustarnos de nuestros propios titubeos, lo que permitió el empate de los blancos. Tras la virtud llegó el pecado, que tuvo su continuidad a falta de diez minutos cuando los illescanos se adelantaron en el marcador. El segundo tiempo tuvo otro escenario, porque los nuestros propusieron fútbol del bueno, asediando al rival, aunque el gol de Cristian en excelente jugada del mismo que abrió el marcador, no fue bastante para sumar los tres puntos que mereció nuestro sudor. Seguimos invictos, no está mal.

El arranque del Juvenil B fue parecido al de los mayores, con gol de Antonio a los cuatro minutos. Se auguraba tempestad goleadora y relax total, pero no, no estábamos de vacaciones relajantes en cualquier Parador Nacional de España, porque el equipo de Gálvez se plantó bien en el campo, ordenado y esperando su oportunidad para correr y llegar con peligro. Así empató. Cuando parecía que los goles de Nacho y Samuel despejaban todas las dudas, llegó el segundo tanto de los verdes, por un exceso de confianza, lección básica para tener en cuenta, que al fútbol se juega corriendo y no andando, un gol que desató el suspense hasta el final y que acabó con el resultado de 3-2 a nuestro favor. Lo bueno, dos de dos, seis puntos

El resto de resultados de nuestros equipos los podéis ver en RESULTADOS ULTIMOS PARTIDOS en nuestra página web, algo espectacular sin duda, donde nuestros chicos hicieron pleno en Carranque y Camarena, ganando todos los partidos, con el sello que nos caracteriza, nombre Odelot, color naranja.

El Fútbol es para los valientes.