Jamás esperamos ver un equipo del “Gallego” que sea suave en defensa y en actitud, porque la ferocidad en la ambición es marca de la casa. Pero vamos por partes. La primera fue un excelente partido de fútbol mostrado por ambos equipos, Alameda con un juego directo y vertical, muy peligroso, y nuestro Juvenil A con más creatividad y toque, con un ida y vuelta que duró treinta minutos, y partir de aquí Odelot mostró más inspiración sobre todo en las llegadas. Se trataba de descubrir las flaquezas del rival aprovechando las virtudes propias y así comenzó nuestro equipo a merodear peligrosamente la casa del rival, su área, triangulando, corriendo, y mordiendo. Así en el minuto 38 Andrés Maganto, el mejor del primer tiempo, recogió un balón en el centro del campo y fue directo por su banda a la portería sagreña esparciendo rivales por el suelo y definiendo magistralmente para poner el cero a uno. Aprovechando el aturdimiento de los azules y sin darles opción a levantarse, dos minutos después, otra vez Maganto se coló en las propiedades rivales para sortear rivales y provocar un claro penalti que nadie protestó. David Nogales, otro destacado, no sintió temblar sus piernas y ejecutó con autoridad el cero a dos en la frontera del descanso. La segunda parte fue diferente porque Alameda apretó y de lo lindo, presión alta en su medio campo y defensa, recuperación y balón directo a los delanteros. Disparos desde fuera del área, que solventó perfectamente el dueño de la portería, Simón Sánchez, y córners, forzaron varios hasta que en uno de ellos a falta de algo más de veinte minutos lograron el gol. Y a trabajar. Ahí apareció hasta el final, la actitud y el carácter del que hablamos al principio, la ambición feroz de equipo que defendió el resultado hasta el pitido final. 1-2 final y tres puntos que afianzan más aún en el liderato a los nuestros. Destacados: EL EQUIPO. Muy bien.