EL PARTIDO DE LA JORNADA.
Vuelven a este apartado los prebenjamines. En primer lugar aparecen en escena los del Prebenjamín A, que ganaron 2-4 al Lominchar, esquivando sorpresas de última hora, y conservando intactas sus credenciales ligueras. También los del Prebenjamín B, que vencieron con garra, 1-3 al Numancia, un equipo rocoso e incómodo. Sin renunciar a su estilo exquisito, sin traicionar su idea y sin esconder ni una gota de sudor, estos grandes pequeños nos dieron una alegría más.
No se ganó el partido, pero hubo una extraordinaria dignidad en el empate 2-2, ante el Ciudad de Talavera, en el que los nuestros, Cadete A, desplegaron mucho músculo y sudor a chorros, facilitado también por el calor excesivo. Fue un partido intenso, bueno, limpio y deportivo, y es por eso que ambos equipos recibieron el merecido aplauso final, por su esfuerzo y su excelente temporada. Quizá nosotros merecimos más, por empuje y ambición, pero nada le podemos reprochar a estos tipos, valientes, honestos y comprometidos. Tampoco al Infantil A, a pesar de su derrota, 1-3, porque lucharon haciendo los kilómetros necesarios, hasta donde les llegó la gasolina. Su tercer puesto en la liga, el de ambos equipos, Infantil y Cadete, en la Liga Regional, es tal vez inmerecido, porque entendemos que de no haber sido por tanto contratiempo acumulado, en forma de lesiones, expulsiones y apariciones de seres sospechosos, que más bien parece que consiguieron su puesto en una "Promoción Oferta" en caja de galletas 2×1, el haber quedado campeones, a nadie le hubiera extrañado. Para recibir el “diez” que les regalamos era necesario haberse dejado la piel y el alma, y estos chicos se dejaron ambas cosas.
Dos partidos intensos en la Liga de Villaluenga. El Alevín C ganó a los anfitriones en un final de infarto, 3-4, después de mostrar dos caras. La mejor en el segundo tiempo, donde su empuje y calidad acorraló y agobió al Villaluenga hasta hacerle dudar y fallar en los momentos decisivos. Allí también el Alevín E ganó ajustadamente al Cobeja, muy buen equipo, 1-2, eso sí con los justos, sin cambios por diversos motivos. Igualmente el segundo tiempo fue muy bueno, y allí vimos todos, espías incluídos, que estos chavales tienen fútbol para dar, regalar y volver a dar de nuevo. El fatídico último minuto fue un castigo para el Alevín A-B en Camarena, pues de un resultado uno a dos, cómodo, y sin agitaciones, pasamos al empate 2-2 final injusto. En Gerindote perdió el Alevín D ante el Puebla Nueva, 6-4, por muchos motivos, de los que hablaremos otro día, pieles y almas diferentes.