LAS PIEZAS QUE EMPIEZAN A ENCAJAR. (11-DICIEMBRE-2011)

Las piezas empiezan a encajar. La secuencia empieza a cobrar sentido. Primero los jugadores recobran autoestima en grandes dosis, después el equipo se reagrupa y rescata el juego extraviado. Es el Cadete A, que ayer venció al Fátima Deportivo de Cuenca por 1-4, después de asestar cuatro zarpazos en momentos claves. Dos goles en los últimos cinco minutos del primer tiempo, y otros dos en los primeros cinco del segundo tiempo. Fueron todos, fue cosa de todos, el trabajo y la seriedad, pero Dani Ludeña Rodríguez, el Rubio metió tres goles, y dio el pase para que el otro Dani, López Briones, hiciera un bonito gol después de superar en velocidad a su marcador y vencer al portero por el palo largo con un excelente disparo. Somos sextos, nada importante ahora, y por eso seguimos trabajando para ser mejores todavía.

Fue una fabulosa desproporción. En juego y en goles. El Infantil A goleó estrepitosamente al Fátima Deportivo por 0-11, goleada que nos sirve para ponernos líderes, empatados a puntos con el Albacete, pero con el "golaverage" a nuestro favor. Nuestros chavales se mostraron exuberantes en el aspecto táctico, técnico y físico, lo que nos lleva a interpretar adecuadamente que la calidad individual cuando se junta en forma de equipo, es toda una garantía para ganar un partido, independientemente del nivel del rival. Esto no acaba aquí, así que debemos luchar para que sigamos en primera línea, como corresponde a la imagen de nuestra Escuela, la de Odelot Toletum.

Razones de sobra para quejarse. Las que tienen los chicos del Juvenil, que perdieron ante el Ciudad de Talavera por 1-0, en el minuto 92, gracias a una falta lateral tan dudosa como el que la pitó. Alguien remató la falta a gol, pero antes alguien había hecho falta a nuestro portero en el área pequeña, lugar sagrado para los guardametas. Ahora la duda nos corroe, pues no sabemos si el árbitro fué el que terminó rematando a gol dicha falta, o fué el que hizo la falta al portero. Es una absoluta realidad que algunos árbitros son deficientes técnica y físicamente, pero lo peor de todo es que ni siquiera lo disimulan. A este respecto, no creo en las motivaciones maléficas, sino en una peculiar incapacidad. La primera perversión surge cuando el árbitro siente que el objetivo no es impartir justicia, sino imponer el orden pistola en mano. Entonces el juez se transforma en policía. Y en fútbol los guardias sólo están para sujetar a algunos exaltados aficionados, que los hay, y muchos. Con este resultado nuestras opciones han menguado, pero también pensamos que como hay mucha liga todavía, nos agarraremos a ella. Ánimo chicos.

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