El partido de Padres vs Entrenadores tuvo lugar en Campo El Arroyo y no defraudó. Fue una experiencia enriquecedora para toda la familia de Odelot Toletum
A nadie defraudó el partido. Los dos equipos llegaban al partido con bajas importantes, pero los que estuvieron ofrecieron fútbol del bueno, de ese donde el balón se acurruca en los mejores pies, del que levantan exclamaciones de admiración en cada control, cada pase, cada movimiento y cada gol. Hubo nueve goles, pero pudieron caer más, aunque los que vimos fueron de clase.
El equipo de U.D. Entrenadores ganó 6-3 al de Padres C.F. en Campo El Arroyo. Comenzó el encuentro con el balón para los padres que tocaban bien sin perder la pelota, estudiando al rival y oteando el horizonte por donde podían entrar a territorio enemigo. Sin embargo, no se había cumplido el cuarto de hora cuando dos pérdidas en el centro del campo castigaron a los papás, y en cuatro minutos llegaron los dos goles de los de negro.
El golpe sentó fatal en el bando de los progenitores que se fueron con todo arriba buscando el gol que les diera vida, y en un excelente tramo de buen juego y llegadas peligrosas llegó no solo el primer gol, sino también el empate y el dos a tres que ponía patas arriba el partido. Heridos en su amor propio, el combinado del cuerpo técnico despertó y en el último minuto del primer tiempo volvió a poner las tablas en el marcador. 3-3 y refrigerio.
La charla de fútbol en el descanso surtió efecto en los entrenadores que salieron dispuestos a mostrar todo su repertorio técnico y físico, y fue esta última condición la que se impuso en el segundo tiempo, determinante para subir al marcador tres goles más a su favor. Entremedias, los padres lo intentaron en ocasiones, pero la defensa rival ya había aprendido de los errores anteriores y se mostró inexpugnable en todo momento. El cansancio comenzó a hacer mella en ambos equipos y el ritmo ya se hizo cansino y previsible, el marcador quedó fijado con el 6-3 final, esperando el pitido final.
Luego, el tercer tiempo fue más llevadero, las migas y la caldereta aliviaron, en Campo El Arroyo, en gran medida las contracturas, pinzamientos y tirones musculares. Era otro partido y aquí sí lucieron todos cuchara y tenedor en mano.
Un éxito total el encuentro. Repetiremos, cómo no.