Un rugido de ambición: Las categorías de Odelot Toletum en su máxima expresión

El resumen semanal de las categorías de Odelot Toletum que dejaron un rugido de ambición.

Ayer al acabar el partido entre el Infantil A y la E.F.B. Miguelturra, todos oímos un rugido, el rugido de un líder sólido que no cede en su ambición. El tiempo corre a su favor en esta liga, más aún si comprobamos que su más cercano perseguidor, ayer claudicó en su partido. La diferencia de puntos aumenta, el número de partidos que faltan, disminuye. Fue un buen partido donde el líder salió a defender su posición pero atacando, sometiendo al rival desde el inicio. A los 6 minutos llegó el primer gol. Lo marcó Imanol Rebolé, su físico sobresalta y conmueve, su hiperactividad impresiona, y su actitud enamora.

Fotos de equipos de todas las categorías de Odelot Toletum

categorías de odelot toletum

El equipo no miró para atrás, no, puso su objetivo y el zoom en la portería que no era la suya, y así llegó el segundo gol, Nacho Bermúdez a los 25 minutos mostró su talento y pillería para aumentar distancias. Descanso. No empezó bien la segunda parte porque los Miguelturreños no se habían dado por vencidos, y salieron a enseñar también sus armas. Despiste, confusión, relajación…da igual, el caso es que los visitantes acortaron distancias al cuarto de hora, dos a uno.

Nuestro equipo, antes de ponerse nervioso y temblar, recibió el aviso, nada de sufrir y nada de especular para guardar el resultado y sí continuar con la idea de manejar al protagonista, el balón. Este va para todos lados del campo, aquí y allá, sube y baja, rasea y vuela, pero siempre se muestra más generoso con el que lo cuida. Nacho Rodríguez decidió que había que echar el candado definitivo al encuentro, por eso a falta de doce minutos ejecutó la cuestión con el tercer gol, definitivo al final, 3-1, tres puntos y a no mirar el retrovisor, vistazo hacia adelante, puesto que esquivando los baches que quedan con humildad y trabajo, la meta está más cerca.

Victorias y derrotas, satisfacciones y lamentos. Esto es el fútbol, un deporte y no una cuestión de honor medieval. Nada de guerra y enfrenamiento violento, deportividad, saber ganar y aceptar la derrota, como bien lo hacen todas las categorías de Odelot Toletum. Como cada semana hubo alegría y tristeza. Decepción la del Juvenil A que con todo a su favor no superó la presión del favorito. Su situación sigue siendo predilecta para lograr el ascenso, cuatro puntos sobre el segundo es un privilegio.

Contentos con el Juvenil B que arrancó los tres puntos del partido y se los guardó para sí, merecidamente, 3-1 al Villaseca, sextos pero con un calendario favorable para luchar por escalar notablemente.

Una pena lo del Cadete B que plantó cara al líder, le asustó hasta el minuto final, eso sí, con una diferencia notable, porque casi todos los equipos de su liga juegan como locales en su campo, los nuestros como anfitriones casi siempre jugamos en campo ajeno. Anótenlo quienes quieran.

Grandes los chavales del Cadete C que pelearon por la victoria hasta el final, tres puntos importantes que se escaparon porque les faltó aire, después de remontar un dos a cero, empataron y les faltó esa chispa para demostrar que de haber ganado podrían haber estado más cerca de los de arriba, aunque la actitud y el carácter para ellos seguirá siendo innegociable.

Sensaciones buenas las del Infantil B después de su empate ante el Toledo A que tiene en sus filas a jugadores un año mayores, por lo que debemos considerar como un buen resultado, pero sobre todo una magnífica proyección, la de un equipo que mantiene su status muy lejos de puestos de descenso.

Gozo nos lo ofrece el Infantil C, casi en su totalidad se compone de jugadores de primer año también y que está subido al carro de cabeza, manteniéndose en una segunda posición meritoria reafirmada con su triunfo de este sábado, conservando sus opciones intactas de meterse en la siguiente fase. Todas las categorías de Odelot Toletum nos dejaron más que gratificados. Ojalá los próximos partidos nos dejen así de orgullosos.

Como veis hay más motivos para sonreír que para suspirar.