Fue el estreno en partidos amistosos de cuatro equipos después de un año sin ver rodar el balón. Los resultados fue lo de menos, lo mejor y más satisfactorio fue ver coimpetir de nuevo a nuestros jugadores que no son juveniles. La mañana en Yuncler empezó con dos partidos, que arrojaron diferente resultado pues mientras el Benjamín A caía derrotado por los anfitriones 2-1, en partido muy igualado, los chicos del Alevín A golearon escandalosamente a los amarillos con un contundente 1-19, prueba evidente de una gran superioridad de los nuestros. Después entraron en escena el Infantil A, que combatió a los sagreños con un juego práctico para contrarrestar la escasa preparación que tenían, sólo cuatro dias de entrenamiento, y venció 1-6 a su rival muy peleón y rocoso. Cerró la mañana de los enfrentamientos Yuncler-Odelot, el Cadete A, que después de un encuentro de poder a poder, empató 4-4, contra un equipo fuerte fisícamente, tablas meritorias después de que todos sabemos que hay hasta ocho jugadores de este equipo cadete jugando con nuestros juveniles la liga. Bien para empezar.
El Juvenil B salió derrotado de la casa del líder, Camarena, aunque plantó cara y luchó contra muchas adversidades, como la primera, cuando mejor estaban, un gol en propia puerta confundió y desconectó a nuestro equipo durante muchos minutos. Al inicio del segundo tiempo consiguió acortar distancias mediante Carlos Zapero, y apretar un poco a los locales, pero otro gol en contra dos minutos después, nos dejó helados y con poca maniobra de reacción. Tal vez el empate hubiera sido justo porque Carlos Zapero en el minuto 80 nos volvió a acercar en el marcador, y en esos diez minutos restantes no hubiera sido extraño que hubiese llegado el empate. No fue así, y el 3-2 final nos deja sabor agrio que debemos endulzar ya desde el lunes.
Desde aquí también queremos felicitar a nuestro entrenador del Juvenil B, Hiroki, que el viernes se casó y el sábado ahí estaba al pie del cañón con sus chavales. Enhorabuena Hiro !!!!.