PARTIDOS DE LA JORNADA.
Muchas gargantas con el mismo grito, y la misma agitación aparecieron por Cuenca, con el mismo corazón. Nervios, tensión, ilusión, confianza…todo esto transformó el partido del Cadete Regional en los momentos más emocionantes de la temporada. Ganaron y se salvaron, 3-4, goles de Chris dos, Dani y Jaco, pasándolo mal, porque los chicos de la Ciudad Encantada nos lo pusieron difícil, muy difícil, llevando el encuentro a un ir y venir peligroso. El Conquense desplegó una orgullosa energía para despedirse con dignidad de la categoría. Su partido fue propio de un equipo y un club de su nivel. Pero no pudo con el músculo talentoso con el que éstos tíos vestidos de naranja, se presentaron en Cuenca. Es complicado llegar a un partido con tanta responsabilidad, una trampa que te empuja de la misma manera a un tobogán sin frenos, como a una cuesta arriba de lenguas fuera. Admitiendo el riesgo que corríamos, es justo también señalar que nunca vimos la permanencia lejos. Seguiremos una temporada más en la Liga Regional Cadete, merecidamente, gracias al orgullo de nuestros jugadores, perseguidos en ésta liga por colores sospechosos varios y por una suerte esquiva.
Raúl Almoguera nos demostró a todos lo que significa la palabra compromiso, y después en fila aleatoria vienen los demás: Arturo, Adrián, Fomty, Javi, Dani, Alex, Álvaro, Sete, Jaco, Moha, Chris, Alberto, Jesús, Carlos, Nico, Calderón, Tito, Jorge, Néstor, Manu, Andrés, Miguel, Velasco, Granados…y más y más. Iglesias merece su hueco en lo conseguido, Alberto asumió con dos o más “razones” el reto, Iván siempre estuvo ahí, Juanjo sufrió y sonrió desde Jaén y el resto de Entrenadores de la Escuela, quemaron nuestros móviles, soplando en la misma dirección. Qué grandes sois todos !!!!!! . Un bigote y una perilla fulminada no es nada comparado con tanta algarabía.
El talento musculoso también cuenta. El Juvenil además de su poderío físico desparramó mucho carácter para doblegar a un buen equipo, el Toledo, 2-1 que se adelantó en el marcador. La tensión desmedida apareció por la grada, donde tal vez la limpia rivalidad no fue bien entendida por algunos, que se permitieron dar lecciones de asignaturas que ellos mismos habían suspendido, y que contagió en muchos momentos la excelente deportividad que los jugadores mostraron. El partido afeado, espeso, con demasiados pelotazos, fue generoso y justo con el mejor equipo, el nuestro, que se mostró superior en cuanto a llegadas y ocasiones. Mori y Kike Escalante alojaron el balón dentro de la portería verde para inclinar el partido a un color, el naranja.
El Benjamin B recogió con justicia la Copa de Campeones en la II Liga de Mora, título al que también aportaron y mucho el Benjamin A y el Benjamin C. Roncero ha dirigido magistralmente a unos buenos jugadores, que recogieron el premio final por méritos propios, y porque cuarenta y seis jugadores no caben el el podio. Toni y Raúl Madrid y sus jugadores también tienen su lugar muy merecido en lo más alto porque han sacrificado muchas horas y minutos para sostener la imagen. La foto buena, la que importa es la de Odelot Toletum.
Son muchos corazones, más de trescientos.
