La entrada del Prebenjamin A en el Torneo de Yuncler fue fría, como su juego, con muchas dudas, aunque bien es cierto que no fue consecuencia de ninguna apatía ni desidia, y sí de ansiedad, la de ganar en tan poco tiempo en el espacio. De menos a más, se proclamó Campeón después de arrasar en Cuartos y en Semis y sobre todo en el partido crucial, La Final, 0-4 a Villaluenga, equipo que venía como un tiro. Esta es una demostración de que esto no es como empieza, y sí como acaba. Su triunfo es Un Dulce Reencuentro, con el éxito.
Nuestros goles como visitante en Orgaz, su resultado final, 1-4, fue una consecuencia natural, absolutamente lógica, que apaga las dudas creadas en la jornada anterior, la inicial. El Juvenil B, se presentó en campo de tierra a luchar contra sus elementos, y resolvió con eficacia y practicidad un partido que ya se nos atragantó la pasada temporada. Recuperamos lo perdido, la autoestima, que nos permite volver al optimismo con éste equipo.
En ausencia de lesionados y expulsados, el partido del Juvenil A contra el Sonseca, 1-1, un punto, fue una fotocopìa de Guadalajara, que nos descubre que los partidos hay que alargarlos cuando toca, o cerrarlos cuando ves que puedes, pero no esperar a que un detalle mínimo, como el de ayer, desmonte todos nuestros buenos argumentos defensivos, y tumbe a los que aún permanecían de pie. Tampoco vamos a olvidar que esto es largo y de momento va bien, el corazón sigue palpando sensaciones positivas, e intacta la creencia.
Es injusto no ganar un torneo siendo el mejor, y más cuando en Semifinales te tienes que ir sin haber recibido ni un solo gol, y ninguna ocasión clara en contra. El Alevín A se tuvo que volver porque en los partidos cortos, el equipo que nos conoce, cuelga en el larguero a todos sus jugadores, y a los padres si pueden también, para esperar la tanda de penaltis, su única vía para superarnos. Más mérito si cabe tuvo el Alevín E, que se presentó en Cuartos, limitado al no tener portero, para caer por la mínima de forma injusta ante Yuncos A. Algo parecido le pasó al Benjamín A en Yeles, que tuvo que volverse en Semis, para regocijo de sus rivales, que respiraron y creyeron en su triunfo una vez estuvimos fuera. En Semifinales cayó también el Chupetín, eso sí, dejándonos un rastro de alegría y risas desbordadas, gestos, poses y detalles inconfesablemente graciosos.
Más la próxima.