Amaneció el día limpio en el cielo, con un calor controlable y una brisa respirable. Y la competición de la mañana nos dejó una victoria y una derrota. Ésta segunda, totalmente injusta e inexplicable, pues el Alevín B dominó todo el segundo tiempo, acortó distancias cuando perdía dos a cero, y falló la mejor ocasión que se puede presentar en un partido de fútbol: El penalty. Otra vez, igual que el dia anterior, el fallo en los 9 metros fue determinante al final. Iba muy bien tirado, fuerte, a media altura y colocado, pero el portero malagueño del Churriana estuvo rapidísimo y atrapó el disparo. El 2-1 final no hace justicia, ni mucho menos, a los méritos de unos y otros, pero ya sabeis que hablamos de fútbol, donde a veces no gana el mejor. El otro partido acabó con otra goleada, del Benjamín, ante el Leao Altivo de Portugal, por un contundente 2-5, claro, merecido y trabajado. Los nenes nuestros salieron a morder, disputando cada balón como si de la última jugada del partido se tratara. Igual que ayer, la posesión del balón cayó de nuestro lado, lo que nos permitió pasar apuros cero. Ahí seguimos, ahí estamos.
En la jornada de tarde hubo más de lo mismo, con un triunfo y una derrota. La derrota del Alevin A, que perdio ante el Amistad Sniace por 5-1, aunque el resultado fue excesivo visto lo visto, ya que durante el primer tiempo tuvimos opciones de habernos adelantado en el marcador con empate a uno. La segunda parte nos castigó el haber arriesgado un poco más. El Infantil estará en semifinales tras vencer al Porriño Industrial por 0-4, en un partido poco vistoso pero sí muy práctico. Las expectativas siguen intactas, aunque queda lo más difícil. Seguiremos al pie del cañón. Mañana, más.
