La receta, la fórmula, fue salir del iglú

La receta para abordar a un equipo como el Cuenca era para estudiar, la fórmula compleja de descubrir, porque el líder estaba imbatido, tenía unos números en goles mareantes, y no sabíamos si marcarle pronto era malo, o no hacerlo era peor. Cómo resistir a un equipo que se había mostrado arrollador. El frío, el viento, la lluvia, la nieve eran malos aliados para el objetivo de nuestro Infantil A. Ante tanta inclemencia temporal y destemplanza deportiva, nuestro equipo asomó la cabeza desde su iglú,  salió valiente de su refugio y con un partido impecable en carácter y actitud, consiguió su gol, 0-1, vía Diego, y hasta el pitido final fue iluminando su camino con esfuerzo y sacrificio hasta despegar con los tres puntos en su maleta. Enhorabuena a todos.

El Juvenil A castigado ante tanta adversidad, consciente de la importancia de los tres puntos, salió enchufado al partido contra el Noblejas, desde el grito inicial, dominando y sometiendo al rival durante los primeros treinta minutos. El resultado final, 3-2, podemos darlo como muy bueno porque si bien entre los minutos veinte y veinte seis los tres goles de Ayoub no dieron ni un rato de paz ni de respiro a los rivales, se terminó sufriendo porque los azules liberados ya de su atadura clasificatoria, jugaron, corrieron y presionaron sin complejos hasta ponernos las cosas muy complicadas. El compromiso de los valientes oscurece a los débiles, y eso nos da tranquilidad.

Los dos primeros en la clasificación jugaron durante muchos minutos al waterpolo, en un campo encharcado donde el balón no rodaba. Mientras se pudo jugar asistimos a un partido igualado, disputado, donde se vio claramente quienes son los mejores en la Primera División Alevín. El Élite Talavera aprovechó mejor sus ocasiones para adelantarse cero a dos en el marcador en el primer tiempo, pero la reacción de nuestro Alevín A fue perfecta, porque lejos de arrugarse, sacó pecho, cogió el balón y sometió a los rojiblancos hasta el empate, con los dos goles de Grego. Si consideramos justo el 2-2 final es porque el agua impidió ver si el gran partido mojado, en seco hubiera sido mejor.

Veintiseis goles a favor y cero en contra. La Segunda División Alevín sigue siendo nuestra. Sí, porque fuimos un torbellino, huracán que azotó a los rivales que no pudieron agarrarse a los radiadores de la casa  para no volar con todo el mobiliario. La Puebla, Argés B y Mora D sufrieron las goleadas del Alevín B, 0-10, Alevín C, 0-11 y Alevín D, 0-5.

Y los pequeños qué?. Madre mía los pequeños!!. Van como un tiro. No exageramos si decimos que el fútbol del Chupetín nos hipnotiza, su juego es de grandes, nada de aglomeraciones en torno al balón, y sí mucho tikití-takatá, miniatura del tiki-taka, como han demostrado una vez más esta jornada tras vencer al Polán, 0-2, con los goles de Íker Sánchez y Carlos Ruano.