Un Arroyo Inexpugnable.
Te desperezas, subes la persiana y ves que luce el sol. Te confías y prescindes de las prendas que te protegen del frío, confundido por el rayo que calienta, sin contar que a veces el viento sopla helado y es cómplice del estornudo. Son los días mentirosos, esos que te hacen salir corriendo al jardín a recoger la ropa tendida porque aparece la lluvia unos segundos después de haberte quitado jersey y chubasquero. Apropiadamente vestidos, protegidos y resguardados, aparecieron nuestros equipos que jugaron en Un Arroyo Inexpugnable, invencible, que contó todos sus partidos con victorias, y todas importantes.
Líderes Infranqueables. Lo son el Alevín B, que empezó con juego soleado y templado, tal vez confiado, lo que le acarreó más de un susto, entre ellos el empate a uno, aunque sólo fue una siesta fugaz, tras la cual apabulló en goles y en buenas acciones futbolísticas hasta plasmar el contundente 3-13 al Mora D. Lo es también el Alevín C, que empezó su partido ante el Mora B asumiendo su papel de primer clasificado, tocando con paciencia y llegando. Coincidió su juego durante minutos con el cielo, que se puso gris, hasta que de nuevo lució el sol y el buen fútbol de estos chicos para sellar el 4-1 final.
La mañana siguió plácida, invitando al optimismo, y a disfrutar de esta hierba artificial que brilla con el sol. El Cadete A ganó con casta, con carácter y orgullo a la Fundación Albacete, joven equipo que tuvo momentos brillantes, técnica y físicamente. El ir y venir de un área a otra nos benefició, sobre todo en el marcador, donde Nacho nos puso dos veces por delante, hasta que los nuestros en una excelente jugada culminada con fabulosa definición por Cristian, cerraron el 3-2 definitivo.
El Infantil A tenía unos planes que cumplió. Sacar los tres puntos en partido trampa como el de ayer, ante la Fundación Albacete, rival inocente en apariencia que se propuso ser duro de roer. El resultado final, 2-0 fue justo porque sin ser el mejor partido de los nuestros, jamás vieron inquietada su portería. El incombustible Pablo Pérez marcó el primero, y el rubio de oro, Sergio Suárez después de casi cuatro meses de lesión, volvió para dejar su marca.
El Juvenil Nacional se sacudió ante cualquier presión, atmosféricamente deportiva, barriendo a su rival, el Zona 5 Albacete, con un 3-0 que abrió Granados, y elevaron Moisés y Carlos Torija, situándose en la clasificación en la franja cómoda. El fútbol tiene momentos amargos que no deseamos, pero que desdichadamente son fortuitos y desgraciados. Desde aquí nuestro abrazo envuelto en ánimo para nuestro jugador Jorge González Escribano que se lesionó hace diez días gravemente en un entrenamiento. También un fuerte abrazo para Iván Rodenas del equipo albaceteño que ayer se rompió, azotado por la mala fortuna. Os levantaréis pronto.